LA MUERTE EN LA SOCIEDAD HUMANA Y LAS TRADICIONES RELIGIOSAS
LA MUERTE EN LA SOCIEDAD HUMANA
La muerte en la sociedad humana
En torno a la muerte giran todas
las culturas y organizaciones sociales humanas. Así, su concepción de
la muerte como fin o como tránsito, su creencia en una vida después de
la muerte, en el Juicio Final... actúan como condicionantes para la
actuación de los individuos en un sentido u otro. La idea de
inmortalidad y la creencia en el Más Allá aparecen de una forma u otra
en prácticamente todas las sociedades y momentos históricos. Sin
embargo, no existen evidencias concluyentes a favor de esa vida
ultraterrena (véase experiencia cercana a la muerte). Usualmente se deja
al arbitrio de los individuos, en el marco de los conceptos dados por
su sociedad, la decisión de creer o no creer y en qué creer exactamente.
La esperanza de vida en el entorno social determina la presencia en la
vida de los individuos de la muerte, y su relación con ella. Su
presencia en el arte es constante, siendo uno de los elementos
dramáticos a los que más se recurre tanto en el teatro, como en el cine o
en novelas y relatos.
El más alla: El
más allá (también llamado ultratumba, la otra vida o la vida tras la
muerte) es un término genérico que hace referencia a la continuación de
la existencia, típicamente experimental y espiritualmente, más allá de
este mundo, o tras la muerte.
LA MUERTE
DOCUMENTAL DEL PROCESO DE LA MUERTE
EL FINAL DE LA VIDA 1/5
EL FINAL DE LA VIDA PARTE 2/5
EL FINAL DE LA VIDA PARTE 3/5
EL FINAL DE LA VIDA , PARTE 4/5
EL FINAL DE LA VIDA , PARTE 5/5
TRADICIONES RELIGIOSAS
Más que un abismo al final de la vida, la muerte es parte
del ciclo interminable de la vida; más que un temible enemigo, la
muerte es una parte integral de la existencia.
La muerte es un gran
maestro que ofrece visiones asombrosas de la vida, y no una amenaza
implacable para todos nuestros seres queridos.
La muerte debe afrontarse conscientemente, incluso abrazarse, en lugar de evitarse a toda costa.
Es necesario prepararse para la muerte y
hablar abiertamente de ella con nuestros seres queridos, en lugar de
mantenerla como un tabú social, un tema que debe ocultarse o
silenciarse.
La muerte y todo lo que la rodea es un
precioso intervalo, tanto para los moribundos como para los vivos. Es un
misterio que merece un respeto profundo.
La muerte no es monolítica.
Ante la certeza de su mortalidad,
el espíritu humano ha respondido con
notable versatilidad, con una imaginación
fascinante y con un asombroso sentido
de la libertad. Cuando un chamán Inuit
emprende el viaje al más allá, se lleva
consigo a los animales que han sido sus
compañeros espirituales en la vida.
LA TRADICIÓN ALTERNATIVA
Como un pétalo que cae bajo el sol de la mañana y flota Serenamente sobre la tierra, Así deben prepararse los sabios Para la muerte: En silencio y sin inmutarse
Así rezaba el consejo impartido a los samuráis, los célebres guerreros espirituales del antiguo Japón.
Preparados para morir en cualquier
momento, aquellos intrépidos espadachines, poetas y artistas, escogieron
la flor del cerezo como símbolo de su linaje. Su iluminada concepción
del significado de la muerte no era morbosa ni fatalista. Despertaba en
ellos una gran sensibilidad, extraordinarias dotes de percepción y un
valor insuperable.
En casi todas las culturas podemos
encontrar vestigios de un espíritu similar, nacido de la contemplación
serena de la muerte. Esta tradición se extiende desde las primeras
civilizaciones conocidas de Asia hasta las de los primeros poblados del
hemisferio occidental. En la actualidad vemos como gana fuerza un
movimiento en pro de la muerte consciente,
Un profundo misterio
La gente, sobre todo en los países
industrializados, ha perdido el contacto con la muerte, que se ha
convertido en competencia casi exclusiva de los profesionales de la
salud y la industria funeraria. Este cambio ha modificado nuestra
concepción de la muerte. Pero no siempre ha sido así.
Hace cuatro o cinco décadas, la
situación era diferente. La mayoría de las personas moría en casa,
rodeada de sus familiares, amigos e incluso los niños. El cuidado del
moribundo y las disposiciones para su entierro eran responsabilidad de
los familiares directos. Más allá del círculo familiar, la comunidad
entera podía participar de los ritos funerarios y en el duelo. La
muerte no era una extraña. Como dice el historiador social Philippe
Aries: “Ahora todo sigue su curso como si nadie muriera”.
La consciencia de la presencia constante
de la muerte, formaba parte de la vida diaria en la antigüedad. En la
edad Media, aparece el Ars Moriendi, o “Arte de Morir”.
Religiosos y filósofos meditaban sobre la muerte, y en cualquier hogar
podía verse como parte del decorado, un cráneo u objetos que servían de
recordatorio de la muerte.
En un libro inglés del S. XVII, Normas y ejercicios para bien morir, el
autor, capellán del rey Carlo I, insistía en que los sabios revisaran
su vida diariamente a la luz de la muerte, añadiendo que “morir bien es
un arte que todo hombre debe aprender mientras goza de buena salud”.
En estas raíces históricas, han encontrado
inspiración quienes abogan por “una muerte natural”. “Civilizar la
muerte, llevarla al hogar y evitar que siga siendo una fuente de temor,
es uno de los grandes desafíos de nuestra época. Poco a poco la muerte
volverá a ocupar el lugar que le corresponde en la vida: ya no será una
fuente de terror sino un misterio tan profundo que el hombre sentirá
tan pocos deseos de engañarse sobre ella como de engañarse sobre la
vida” (Manifiesto del Centro de la Muerte Natural, fundado en Lóndres
en 1991).
LA MUERTE EN LAS DISTINTAS RELIGIONES
Para los musulmanes y los cristianos , tiene la creencia de que después de la muerte el alma se va al cielo o al infierno, mientras que para los hnduistas creen en la reencarnacion, y los budistas piensan que la muerte es solo un tránsito.
Cada religion responde segun sus creencias a los misterios de la vida despues de la muerte.
Los cristianos y musulmanes creen en la existencia de un Dios ovnipotente y justo y en la vida despues de la muerte , y en que segun las obras en vida asi seran juzgados para despues de la muerte ir al cielo o al infierno. Los musulmanes creen en el profeta Mahoma, que es el intermediario directo con Alá, que es el que interviene para que no se condenen al infierno.
Los Hinduistas creen que existe una vida despues de la muerte , pero no de la misma forma que los cristianos y musulmanes , ellos piensan que existe la reencarnacion , pero no necesariamente tiene que ser humana , si no , el ser humano despues de la muerte se reencarna en cualquier ser vivo, su creencia es que existe el karma , que es poder reencarnarse , para poder pagar los herrores del pasado, haciendo buenas obras, en la siguiente vida.
Los Budistas se aferran a la creencia de que el ser humano se enfrenta a los cuatro nobles verdades , y que la vida esta lleno de sufrimiento a causa del deseo, extinguendo el deseo hace que se quite el sufrimiento y para lograrlo hay que seguir el Octuple camino: Vicion , vida ,aspiraciones, esfuerzo, palabras, conciencia, conducta y concentracion correctas.
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